El cerdo siempre se ha caracterizado por ser una carne de gran sabor pero de menor valor alimenticio que otras, como la ternera o pollo, sin embargo en la actualidad esa idea ha cambiado . Hoy en día, entendemos la carne de cerdo como una carne saludable, jugosa y de gran sabor que puede ser elaborada en infinidad de recetas. Sin embargo, para sacarle el máximo partido, obteniendo los mejores sabores, no hace falta complicarse con recetas excesivamente elaboradas. De esta manera, apreciaremos con más claridad su aroma y gusto.

A la plancha, al horno o guisada con plantas aromáticas y verduras conseguiremos platos deliciosos y saludables aptos para la dieta de toda a familia.

CARRILLERAS DE CERDO AL HORNO.

Ingredientes:

  • 8 carrilleras
  • 3 patatas
  • 3 cebollas
  • 3 zanahorias
  • 3 tomates
  • 200 ml. de vino blanco
  • 4 dientes de ajo
  • Perejil
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite

Preparación:

– Ponemos a calentar el horno a 200ºC.

– En una bandeja del horno, añadimos un chorro de aceite de oliva.

– Pelamos las patatas, las zanahorias y las cebolla, las cortamos, junto con los tomates, en rodajas de 1,5 cm aproximadamente y lo colocamos en la bandeja del horno formando una base.

– Limpiamos la grasa de las carrilleras y las salpimentamos bien. Las colocamos sobre las verduras, en la bandeja del horno.

– Añadimos un chorro de aceite que moje todas las carrilleras.

– Lo metemos en el horno 20´ a 200ºC.

– Machacamos en un mortero los ajos, el perejil y el vino blanco y lo extendemos por encima de nuestra carne al terminar de hornearse los primeros 20´.

– Volvemos a meter las carrilleras en el horno, esta vez a 180ºC y entre 40 y 50 minutos. Teniendo en cuenta, que tendremos que darlas la vuelta, para que se hagan por todas las caras.

– Una vez, comprobemos que están bien hechas, las sacamos del horno y servimos junto con las verduras y la salsa que se ha creado con la picada de ajo y vino blanco.

Una receta sencilla y sabrosa. Ideal ahora que se acercan fechas en las que se disfruta en familia y si se hace con productos de nuestra tierra el éxito en la mesa está asegurado. Una buena carne, acompañada de un vino tinto que complacerán los paladares más exigentes.