Recetas Frescas y veraniegas para los días que nos esperan. Ya que parece que viene el calor, aunque sea de la calefacción, os vamos a hablar del melón con jamón.

Aunque parece una receta sencilla que todos podríamos hacer bien, vamos a contaros como se debe preparar de tal manera que parezcamos uno de esos grandes chefs que aparecen continuamente en televisión y que además hoy en día son valorados como estrellas de cine, admirados como los mejores deportistas, con el prestigio de los reconocidos con los premios Nobel, con la importancia de reyes y venerados como dioses.

Intentaremos en estas pocas líneas que cuando presentéis el plato de melón con jamón, vuestros comensales se levanten a aplaudir como si no hubiera mañana, siendo por siempre recordados por tan suculento ágape.

La planificación del   melón con Jamón

Lo primero que necesitamos es un plato donde presentar nuestra creación, los hay de mil formas, colores y estilos. Aquí no seré yo quien os diga cual elegir, cada uno tenemos una estética que nos define y en base a elle deberemos hacer nuestra elección. Dejar que vuestro buen gusto tome la decisión.

El siguiente paso es elegir un buen melón. En cada zona de España dicen que el suyo es el mejor e imagino que cada uno tendremos nuestro favorito. Pues comprar ese que tanto os gusta, la diferencia de precio de unos a otros no hará que el plato varíe demasiado.

Cortar rodajas generosas, una por comensal, aunque todo esto ya lo sabéis. Queda mucho mejor si cortáis cada una de esas rodajas y las preparáis para que los comensales solo tengan que pinchar con el tenedor y comer, es decir, separar la carne del melón de la cascara y cortar esa parte en porciones colocándola de nuevo sobre la cascara.

Y ahora viene lo impórtate: “EL JAMON”

Si os preguntáis porque lo pongo en mayúsculas es que habéis olvidado que blog estáis leyendo, pero luego os lo cuento, de momento os diré sigo con la receta.

El jamón debe estar cortado en finas lonchas. Debéis cortarlo como os enseñamos en el post del corte del jamón. Colocarlo sobre el melón, cubriéndolo con suficiente jamón, no escatiméis una fina loncha a nadie, a no ser que sea el cuñado al que no soportas.

Hasta aquí todo os parece normal, pero lo que le da el toque especial al plato es algo que deberéis hacer en el momento de servirlo, y aquí es donde se explica el porqué de las mayúsculas.

Cuando os acerquéis a la mesa con el colorido manjar, no debéis olvidar mencionar que el jamón es el no va mas, que es un jamón de Guijuelo y que como para tus amigos siempre quieres lo mejor, lo has comprado en Carnicería Carlos Macías.

Si con esto tus amigos no se levantan y aplauden, hazme caso cambia de amigos, pero sigue viniendo a visitarnos para tus compras.