En plena primavera, y con el verano a la vuelta de la esquina, ya apetece salir al jardín y preparar una buena barbacoa con nuestros amigos. Disfrutar de un delicioso y suculento asado de carne alrededor del fuego puede ser una buena manera de empezar con la vuelta a la normalidad tras este periodo de pandemia, ¿no os parece?

 

Pero antes de echar la carne a las brasas debemos recordar que una medida básica de seguridad consiste en no mantener junto a la fuente de calor de la barbacoa los alimentos frescos ya que podrían estropearse e incluso comenzar a cocinarse lejos de sus condiciones óptimas.

 

También debéis fijaros del lugar donde decidáis hacer la barbacoa ya que no todos los merenderos están habilitados. Incluso si la hacéis en una finca privada no conviene descuidar las medidas de seguridad para evitar incendios y males mayores.

 

 

Ahora que os hemos contado alguna medida de seguridad ya podemos pensar en el secreto de ibérico, la panceta, costillas, morcilla, careta o chuletones de ternera, que son los básicos en cualquier barbacoa que se precie, siempre acompañado de una buena ensaladita con productos de la huerta, que harán las delicias de cualquier amante de la buena carne.

 

Muchos de vosotros no concebís una barbacoa sin las piezas de carne típicas, sin embargo cada vez hay más gente que le gusta la idea de mezclar alimentos como carne y verduras o pescado.

 

Pensando en ellos, lo que hoy os proponemos son formas diferentes, divertidas y originales, de cocinar a la barbacoa por eso os vamos a hablar de las brochetas, con las que conseguiremos un plato muy atractivo, sobre todo para los amantes de la mezcla de sabores.

 

Las brochetas son uno de los platos más versátiles. Consisten en un pincho largo y afilado en el que clavamos las piezas que vamos a cocinar. Ofrecen una gran variedad de posibilidades, tanto de carne como mixtas, incluso mezclando carne o pescado con frutas.

 

La brocheta típica por excelencia es el pincho moruno elaborado a base de carne de pollo o de cerdo convenientemente adobada en pimentón y ajo, pero este tipo de brocheta es sólo una de las formas. Pero como venimos diciendo podemos elaborar brochetas de todo lo que os podáis imaginar, teniendo como único límite vuestra imaginación.

 

A nosotros una variedad que nos gusta es la de mezclar piezas de carne de buena calidad con verduras como champiñones, zanahorias, cebollitas o pimientos, porque da muy buen sabor y además es una cocina sana y baja en calorías ideal para mantener una dieta equilibrada también en verano.

 

 

También podemos acompañar nuestra brocheta de diferentes salsas, siendo la salsa de soja o la de chiles, si os gusta el picante, nuestras favoritas.

 

Ahora os dejamos alguna de las recetas de brochetas a la barbacoa que más nos gustan de las que hemos probado.

 

BROCHETAS DE TERNERA CON SALSA DE SOJA.

 

Lo primero que debemos hacer es lavar y cortar la verdura en taquitos. Utilizaremos para nuestra brocheta pimiento rojo y verde, berenjena y queso si os gusta.

 

Seguidamente cortamos y salpimentamos la carne. La colocamos en nuestra brocheta alternando carne con verduras. Las rociamos con un chorrito de aceite de oliva y tenemos la brocheta lista.

 

Para la salsa ponemos en un cazo el vinagre de soja, un poco del jugo de carne y el vino de Oporto. Mantenemos a fuego lento hasta que reduzca. Retiramos, espolvoreamos hierbas aromáticas. Servimos las brochetas con la salsa.

 

BROCHETAS DE SOLOMILLO IBÉRICO CON RAPE, CHAMPIÑONES Y ROMERO.

 

Comenzamos limpiando el solomillo de telillas y grasa. Lo siguiente es cortarlo en dados de tamaño medio. Limpiamos también el rape y lo cortamos en dados de igual tamaño que el solomillo. Lavamos los champiñones y los cocemos durante 15 minutos hasta que queden bien hechos por dentro.

 

Pelamos las ramas de romero, a excepción de la parte alta. Con la ayuda de un cuchillo, tenemos que darle forma de punta al extremo inferior, como si de una lanza se tratara.

Ensartamos los ingredientes en la rama de romero, intercalándolos como más os guste.

 

Ahora ya sólo queda rociar la brocheta con un chorro de aceite de oliva y cocinarlas en unas brasas bien calientes. Cuando ya estén hechas y las saquemos al plato, las echaremos un poquito de sal y listas.

 

Ahora ya sólo os queda abrir un buen vino y disfrutar de las brochetas, y por supuesto, siempre en la mejor compañía.