¿Sabes que el cerdo es el animal del que más productos obtenemos?

Desde el famoso lomo, o los jamones y paletas, hasta los pelos para hacer brochas, o la grasa para hacer jabón.

El cerdo es el animal que mas posibilidades nos ofrece y te lo vamos a contar.

Todos habéis oído hablar de la matanza del cerdo, de productos de la matanza, de la época de la matanza… pero ¿realmente sabéis el cómo y el por qué de la misma? Hoy os hablamos de esta tradición gastronómica como algo cultural, que generación tras generación se ha mantenido en las ciudades, y que actualmente se sigue celebrando, bajo estrictos controles de salud, en las zonas rurales de España.

Para empezar, la matanza consiste en sacrificar al cerdo que la familia ha criado con mimo durante todo el año, para obtener su carne, aprovisionándose, principalmente para el invierno, (del cerdo se aprovecha todo) y poder alimentarse con ella el resto del año hasta la siguiente matanza.

Una celebración antiquísima.

Existen normas documentadas para la realización de la matanza desde la época romana. Esto nos da una idea de la antigüedad de esta técnica, que se ha mantenido, hasta nuestros días.Sin embargo, antiguamente se realizaba de manera privada y sin la exaltación que tiene ahora.

La tradición y la fiesta que se han generado en torno a la matanza proceden de la Edad Media, del momento de la conquista sobre los musulmanes. De esta manera se pretendía demostrar que no se tenía ningún nexo de unión con la religión musulmana y así la Inquisición no podría dudar de ellos. Con este fin, comenzó a sacrificarse el cerdo en las calles. Un hecho social que se ha ido transformando a lo largo de los años y que es hoy en día, es un motivo de hermanamiento de familiares y amigos.

Acontecimiento social.

Actualmente la matanza del cerdo es una tradición con parte de folclore y celebración, en la que familiares y amigos se reúnen junto a una mesa, para brindar por todo lo que representa el momento y, en buena medida, por mantener esta fiesta tradicional.

La matanza se realiza por San Martín, que es el 11 de Noviembre, de ahí el dicho de “ a cada cerdo le llega su San Martín”.

El matarife, que es la persona experta encargada de dar muerte al animal, lo sacrifica, para a continuación colgarlo de manera que se pueda extraer toda la sangre, con la que haremos, por ejemplo, morcillas. Después, debe hacerse la prueba veterinaria, para saber si el animal es apto para el consumo humano.

Morcilla de Lumbrales Carlos Macias Salamanca

El siguiente paso es descuartizarlo diferenciando todas las partes. Unas se sazonan para su conservación, otras para curar y otras se pican para hacer embutidos como chorizo y salchichón utilizando la propia tripa del animal. Pero no sólo se obtiene la morcilla o los embutidos, sino que también se sacan los jamones, las paletillas, la jeta, el morro, los callos, el hígado… un sinfín de productos que hacen del cerdo el animal del que más se aprovecha, de echo, la única parte del cerdo que no se aprovecha es la pezuña.

Y por terminar con otro refrán que resume perfectamente lo que significa este animal para nosotros que sepáis que “del cerdo nos gustan hasta los andares”