Ya ha transcurrido algo más desde las fiestas y de vuestro querido jamón ya no queda casi nada.
Pero aún le podemos sacar partido, no desesperéis.
Lo primero que debéis hacer es cortar todo lo que os quede en el jamón, separar esas partes que habéis dejado secar. Podemos sacarle mucho provecho, podemos usar esas partes más secas para picándolo mucho, saltear unas setas con él, o hacer una tortilla francesa, o incluso para dar sabor al tomate de unos macarrones. Siempre encontraremos una buena utilidad y un plato para alegrar con ese toque del jamón.
Las ensaladas de mar y montaña suelen ser el plato ideal.
Os contare una que me gusta especialmente.
Necesitaremos unas gambas de esas congeladas que seguro nos han quedado también en el congelador después de las fiestas, unos trocitos de jamón como ya hemos dicho antes, un tomate, un cogollo de lechuga, un trozo de cebolla y como toda ensalada que se precie, algo de aceite y un poco de vinagre, a mí me gusta ponerle o de Módena o de fresas.
Preparación
Es muy sencillo, lo primero cortaremos el cogollo, después de lavarlo y escurrirlo bien, en trozos no muy grandes, cualquier tipo de corte es válido, pero pongamos que lo cortamos en juliana, por ejemplo. Cortaremos el tomate en rodajas finas o taquitos, también queda a vuestro gusto. Con estos dos ingredientes haremos una cama en el bol o ensaladera que lo pensemos servir.
El siguiente paso es la cebolla, esta la cortaremos nuevamente en juliana y con un chorrito de aceite la pocharemos en la sarten. Una vez esté bien dorada, la pondremos sobre la cama de nuestro recipiente.
Toca saltear las gambas, a mí me gusta que piquen un poquito, así que le suelo añadir una cayena al hacerlas. Una vez que evaporen toda el agua que suelen soltar en la sarten si son congeladas, y que empiecen a tostarse, las retiraremos del fuego y las pondremos sobre la cebolla.
Ya solo queda saltear el jamón, con unas gotas de aceite, le daremos un golpe en la sarten. Ojo que el jamón se hace muy rápido, así que con unos segundos tenemos más que suficiente. A mí me gusta echar el jamón directamente con la sarten sobre el resto de ingredientes, ya que el poco aceite que hemos usado le da un toque especial a nuestra ensalada.
Con esto tenemos nuestra ensalada templada de mar y montaña, solo falta aliñarla con un buen aceite y unas gotas de vinagre y a comer.
No olvidéis, que, si os ha acabado el jamón, podéis acudir a nuestra tienda a por otro y así podréis seguir disfrutando de el tanto solo como en nuestras fáciles recetas.