En cualquier supermercado vemos cada día productos etiquetados con las palabras bio y ecológico. Carnes y huevos ecológicos, yogures bio que se suman a una larga lista de productos que se supone son mejores para nuestra salud, pero ¿realmente aportan beneficios a nuestro cuerpo?
Desde hace un tiempo existe un interés especial en conocer el origen de los alimentos que vamos a consumir, buscando los más naturales, saludables y que además eviten los añadidos artificiales.
En algunos casos este tipo de productos si que aportan beneficios extra a nuestro cuerpo pero no todos los productos bio o ecológicos lo hacen en la misma medida, por eso hoy os vamos a dar unos consejos, aunque ya os adelantamos que las grandes superficies están muy bien para determinados productos, pero, la carne siempre en la carnicería, el pescado en la pescadería y la fruta en la frutería.
¿QUE SON PRODUCTOS BIO O ECOLÓGICOS?
Los productos ecológicos o bio son aquellos que no han sufrido ninguna modificación durante su proceso de elaboración, es decir, ni llevan productos químicos, ni pesticidas ni fertilizantes que no sean naturales. Además se cultivan o se crían en condiciones de máximo respeto al producto o al animal y a la naturaleza.
¿Y LA CARNE ECOLÓGICA?
La ganadería ecológica se basa en la Normativa Europea de Producción Agraria Ecológica, que establece que los animales criados bajo esta modalidad deben poder acceder a pastos al aire libre, alimentándose de hierba limpia y dejando que el ciclo vital pase por todas y cada una de sus fases.
De esta manera los animales crecen en libertad, sin estrés y sin sufrir manipulaciones en su desarrollo, principalmente engorde artificial con hormonas o medicación con antibióticos. También el alimento que comen debe cumplir unas características concretas.
Este tipo de cría nos da una carne mucho más limpia, con menos ácidos grasos saturados, niveles de ácido linoléico más altos y un sabor más intenso.
PROPIEDADES DE LA CARNE ECOLÓGICA.
Los animales destinados a elaborar carne ecológica han sido criados de manera natural empleando alimentos naturales propios de los lugares de cría. Además se encuentran en las dehesas en libertad, en vez de, criarse estabulados en peores condiciones.
La carne bio cuenta con un mayor contenido en vitaminas, minerales y proteínas, tan importantes en el desarrollo de nuestros hijos.
No están alteradas genéticamente para mejorar su apariencia en tienda ni para aumentar su tiempo de conservación.
El sabor es el auténtico de la carne. Alguna vez habéis echado un filete a la sartén y después de soltar bastante agua resulta que no sabe a nada ¿verdad?. Con la carne ecológica os aseguramos que esto no pasa.
Los criadores de esta clase de animales se basan en una conciencia de aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales. Respetan el ritmo vital de las especies, garantizando el cuidado del entorno y manteniendo una ganadería sostenible que evita la contaminación y la degradación del medio ambiente,
Además, y este es un detalle muy importante, al no contener la carne ningún tipo de conservante artificial su ciclo de vida es más corto por lo que las tiendas deben apostar por proveedores de cercanía consiguiendo así garantizar la máxima frescura de los alimentos, por lo que el consumo de productos bio fomenta el entorno y el desarrollo local.
En nuestra carnicería apoyamos sin fisuras el consumo de este tipo de carne, por eso, trabajamos con nuestros proveedores locales, principalmente de la provincia de Salamanca, sobre todo en la parte de la carne de cerdo ibérico y de sus embutidos.
Os animamos a que la probéis porque si lo hacéis os aseguramos que repetiréis.