Al sudeste de la provincia de Salamanca, en Castilla y León encontramos una tierra rica en dehesas y encinas, cuna y zona de cría de los mejores cerdos ibéricos de España.
La comarca de Guijuelo comprende más de 700 kilómetros cuadrados y se caracteriza principalmente por estar muy próxima a las Sierras de Béjar y Francia y por ser zona de tránsito de la Sierra de la Penillanura. A 50 kilómetros de Salamanca, se considera a esta zona como la de más valor ecológico de la provincia.
Los 23 municipios de las zonas de Entresierras, Salvatierra y Alto Tormes forman el campo charro que ofrece las condiciones óptimas para la agricultura, pero sobre todo para la ganadería porcina. El clima frío y seco en invierno y caluroso en verano también es característico y ayuda a moldear el paisaje y el carácter amable de sus gentes.
La capital de la comarca es Salvatierra de Tormes, si bien el centro neurálgico de la comarca que es Guijuelo.
Alfonso XIII otorgó el título de Villa a Guijuelo en 1913, desde entonces siempre ha sido una población rica en recursos naturales que con la llegada del ferrocarril de la Vía de la Plata la supuso el espaldarazo definitivo para ser núcleo económico y motor de la región.
Desde su primer censo de 120 habitantes hemos pasado a los más de 6000 que actualmente habitan en la zona, la mayoría empleados en la industria chacinera que es la actividad principal de la zona y que otorga a la comarca un espíritu puramente agrícola. Se respira campo allá por donde vayas.
En la montanera, los preciosos bosques de encinas, alcornoques y robles acogen la cría de los cerdos ibéricos. Éstos pastan en libertad dando cuenta de las bellotas y de los alimentos naturales que la dehesa les ofrece. Es por eso que se crían animales de gran pureza y valor culinario.
Si decidís visitarlo no podéis dejar de realizar una ruta por la zona observando a los animales y bosques, respirando el aire puro del campo charro y visitando el torreón de Guijuelo, que es el símbolo del pueblo. También se hace necesario que disfrutéis de su gastronomía típica a base de productos naturales de las huertas de la zona y como no de cerdo ibérico.
También es muy interesante la visita al museo de la industria chacinera donde os enseñarán la evolución de las técnicas de elaboración de los productos del cerdo ibérico. Desde sus famosos jamones a los platos más típicos que se realizan con su carne. El lugar ideal para aprender y entender como se hacía una matanza antiguamente y como se manejaban las personas durante una vida en constante contacto con los animales.
Sufridas ancianas encinas
de tiempos arcanos muy duros
soporte de nieves y espigas
llenos de agua tus odres
cobijas bajo tu umbría
pacientes y eternas raíces
de fe y esperanzas sufridas
pero se esconden en tu tronco
cielos azules, sueños de dicha.
F. Herrero Salas