Si nos hablan de dieta saludable, o de una buena alimentación, rápido pensamos en frutas y verduras, y así es, pero también son necesarios otros nutrientes como las proteinas o los hidratos de carbono presentes en las carnes, por eso hoy vamos a derribar el mito de que los embutidos son malos y no tienen cabida en una dieta sana.

Cuando hablamos de una buena alimentación generalmente lo asociamos con un estilo de vida saludable, de hecho, no se entiende lo uno sin lo otro, por lo que podemos afirmar que una buena dieta debe ir siempre acompañada de un forma de vida sana, haciendo un poco de deporte, evitando las grasas industriales y limitando la ingesta de alcohol a un vaso de vino o cerveza al día.

NECESARIOS EN UNA DIETA SALUDABLE.

En esta alimentación saludable por supuesto, que los embutidos tienen cabida, y si son de cerdo ibérico de buena calidad, mejor.Fuera con el falso mito de que las grasas son malas o que sólo aportan calorías vacías y vamos a consumirlos sin miedo, eso si, en su justa medida.

La base de los embutidos es la carne, como no podía ser de otra manera, por lo que el principal aporte a nuestro cuerpo se producirá en forma de proteínas, sin embargo también aportan grasas saturadas, así como sodio y potasio.

Si hablamos de grasas, los embutidos que más la contienen en su composición son las salchichas, el chorizo,el salchichón, la mortadela y el chopped. Los que menos aporte graso ofrecen son el jamón ibérico y los embutidos a base de pollo y pavo. A decir verdad el contenido graso del jamón es elevado, sin embargo, al contrario que el resto de embutidos, es rico en ácidos grasos monoinsaturados, por lo que ofrece grasa de gran calidad y salubridad.

RICOS EN MINERALES.

Estos alimentos también son ricos en hierro, por lo que ayudan a la creación de glóbulos rojos, y ricos en sodio, que es un mineral imprescindible en nuestra composición y en nuestra alimentación para favorecer el trabajo renal, entre otros factores.

Por supuesto que el sodio no es el único mineral presente, y también presentan fósforo, magnesio y zinc entre otros, imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo.

Una dieta saludable depende un poco de las características de cada persona, sin embargo, a modo general, podemos afirmar que para evitar determinadas enfermedades asociadas a la ingesta de calorias o a la baja calidad de los alimentos, debemos consumir embutidos de buena calidad dos o tres veces por semana.

Siguiendo está frecuencia en el consumo, no sólo no serán perjudiciales, sino que favorecerán nuestro desarrollo y fortalecerán nuestra salud.

Además otra cosa buena es que estos procuctos combinan muy bien en platos sanos, como ensaladas, pastas y como acompañamiento de las verduras.